El dia que lo vi partir, no pude correr tras él, no pude detenerlo, no pude gritar su nombre y que los demás notaran en mi voz cuanto le necesitaba, no pude. Solo me quede en el mismo lugar de nuestra despedida viendo como poco a poco desaparecía de entre la gente, y cuando me di cuenta de cuánto le amaba se había esfumado y con el mi vida entera.
jueves, 28 de marzo de 2013
Para uno enamorarse, hay que darse cuenta que uno también inspira amor, que uno también es querido. Nadie puede dar amor sin antes haberlo recibido.